Lo que debes saber sobre tus empleados domésticos

Para nadie es un secreto que ya pasaron aquellas épocas en las que las mujeres solo podían pensar en quedarse en casa para encargarse de las tareas del hogar. Ahora los tiempos han cambiado y el ritmo de vida también. Las múltiples responsabilidades e incluso la necesidad de tener tiempo libre para compartir en familia y con amigos, hace que las labores del hogar pasen a un segundo plano dentro de la lista de acciones del día; aún si las personas disponen de tiempo para cumplir con algunas de estas tareas, es muy común que decidan buscar apoyo en empleados domésticos.

Los empleados domésticos entonces, son esas personas que se encargan de los oficios del hogar cuando los dueños de casa no cuentan con el tiempo necesario para hacerlo, o cuando simplemente requieren de apoyo para la realización de dichas tareas. Con el paso del tiempo y de acuerdo a su desempeño y las cualidades que demuestren en el ejercicio de su labor, ellos suelen convertirse en los aliados perfectos del hogar.

No obstante, es necesario también, que los empleadores trabajen en conjunto, para establecer una relación laboral sólida y duradera. Lo ideal es que el empleado se convierta en un aliado que no solo apoye en las labores, sino que cuide de todos los que componen el núcleo familiar. En este orden de ideas, para lograr dicho propósito, es necesario entender que un empleado doméstico en casa, es también una gran responsabilidad; lograr que ellos se sientan a gusto con su trabajo, que reciban el trato correcto y la remuneración adecuada por su trabajo, hace la diferencia.

Estas tres sencillas recomendaciones ayudarán a lograrlo:

1. Comunicación directa y clara: No hay que esperar a que ellos adivinen lo que deben hacer y cómo hacerlo, es necesario dar instrucciones precisas y asegurarse de que las entendieron correctamente.

2. Respeto por sus derechos: Como se les exige que cumplan los deberes, así mismo es necesario que se les garanticen todos sus derechos. Es importante revisar lo que exige la ley para ello y cumplirla a cabalidad.

3. Buen trato: Lograr ponerse en los zapatos de ellos es importante y ayuda a que el buen trato fluya. Evitar los gritos y las palabras groseras es fundamental.

Preocuparse por ofrecerles un buen trato y las garantías necesarias es importante. Sin embargo, también es indispensable que las personas encuentren en ellos un mínimo de características o cualidades que les permita estar seguros de que su desempeño en el hogar será impecable. Es por eso que, encontrar un empleado doméstico que se adapte perfectamente a las necesidades del momento y que pueda realizar con rapidez y eficiencia todas las funciones que se le encomiendan, puede ser una tarea compleja.